miércoles, 11 de noviembre de 2015

HAY DÍAS...Y HAY DÍAS!!!


En la vida de una mamá hay días y días!!...de un tiempo a esta parte estoy teniendo los más complicados en lo que a completar la lista de cosas por hacer se refiere, algunos días casi llego y otros ni por asomo completo. Amo ser mamá, pero es difícil llegar a todo, y últimamente lo estoy experimentando en su máxima expresión; amo ser mamá pero me canso y 24 horas en el día no son suficientes, es muy poco para todo lo que hay que hacer; amo ser mamá pero también tengo proyectos incompletos, tengo anhelos, tengo planes, tengo sueños para mí y para mi familia; amo ser mamá, pero también tengo apilados los platos en el caño, ropa que poner en la lavadora, compras por hacer, comida por cocinar; amo ser mamá y amo a mi esposo con el que quisiera poder salir más seguido, ya hemos olvidado lo que es tener vacaciones; amo ser mamá y a mi pequeña hija con la que quiero disfrutar más tiempo juntas y no sólo ser espectadora de sus juegos... amo ser mamá y trato.

LA IMPORTANCIA DE LOS ABUELOS


En mis recuerdos de infancia, como en los de la gran mayoría, hay una figura siempre presente, la figura de esos seres especiales, a parte de nuestros padres, que Dios nos permite tener y disfrutar y estos son nuestros abuelitos, esos viejitos de otra época, quienes a pesar de la brecha generacional que tienen con sus nietos enriquecen sus vidas con su cariño, sus mimos y sus historias; de la misma forma los nietos les proporcionan alegría y les renuevan las fuerzas y las energías, que hasta se olvidan de esos malestares propios de la edad. Si bien su rol es diferente al de los padres, cabe recalcar, no hay amor más parecido al de ellos que el de los abuelitos y lo que ellos le aportan a la vida de nuestros hijos nadie más puede ofrecerles, es una relación única, se percibe de sólo verlos interactuar, y ese contacto entre ellos es algo que como padres debemos propiciar.

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