A casi todas nos pasa!, nos convertimos en mamás por primera vez, “primerizas,” y entramos en un mundo desconocido para nosotras, nos sumergimos en esta aventura con ilusión y con dudas, felices y llenas de miedos, porque ninguna nace sabiendo ni tiene la fórmula perfecta para este oficio de ser madre, porque por más información, consejos y opiniones que recibamos, no sabemos más de lo que vamos aprendiendo en el camino, y eso quiere decir, que en ocasiones meteremos la pata, en especial en el primer año, porque ninguna mamá es perfecta. Estas novatadas de mamá primeriza yo las he cometido, algunas han quedado como anécdotas, otras como lecciones y doy gracias a Dios que ninguna ha llegado a mayores pero en el momento te asustan y mucho! Les comparto estas 5 novatadas de mi primer año como mamá, con la moraleja aprendida en cada una de ellas y ojalá les sea de ayuda para que puedan evitarlas, o por qué no? para que ustedes también compartan sus propias metidas de pata con sus bebés y no sentirme sola en estos UPS! maternales, que de hecho NO volveré a cometer si tengo otro bebé (aunque de seguro cometeré otros):
1. Abrigar demasiado a mi bebé, debido a la prematuridad de Ana Paula los médicos me decían que ella no regulaba bien su temperatura y al haber nacido en pleno invierno de Lima mi preocupación porque ella no pase frío me llevó a exagerar un poco, pero me di cuenta a tiempo que esto no era bueno, por la experiencia de otras mamis.
Moraleja: si abrigas mucho a tu bebé puede ocurrir lo siguiente:
Que el calor excesivo le produzca sarpullido.
Que sude mucho y que esa humedad se le seque en el cuerpo, lo cual podría enfermarla.
Que al estar en un ambiente muy caliente duerma más de lo debido y no se alimente bien, produciéndole una subida de la bilirrubina y esto es algo muy serio.
2. Me quedé dormida y se me cayó, esta es una de las peores metidas de pata y no me pasó una, sino dos veces!! La primera sucedió una noche en que regresé de trabajar muy cansada a darle de lactar, sentada en la cama la puse en mi hombro para que bote el chanchito y me quedé dormida, sin darme cuenta, cuando entre sueños vi a mi hija resbalarse de mis brazos al suelo, en ese estado zombi no pude evitar la caída solo amortiguarla un poco tratando de alcanzarla, tremendo susto, terminé temblando de los nervios. La segunda vez la dejé durmiendo en mi cama rodeada de almohadas, ella todavía no era de moverse mucho pero ese día lo hizo, yo estaba en otra habitación hasta que escuche un ruido y en eso su llanto, salí disparada a verla, se había golpeado la frente con su cuna que estaba cerca a la cama, ella lloraba, yo también y cuando mi esposo se enteró me quería matar.
Moraleja: Si le dan de lactar háganlo en el medio de la cama o en un lugar donde estén seguras de que el bebé no tiene posibilidad de caerse y si no van a estar con ellos en la habitación pónganlos en su cuna no en la cama, no se confíen.
3. Ponerle hígado de pollo a su primera papilla, este ups! lo tengo en video y es una anécdota que me da risa y penita a la vez, ver la carita de asco de mi hijita en su primera experiencia con la papilla, pobre.
Moraleja: Luego de esto, supe que es mejor introducir los primeros alimentos a los bebés uno por uno y que tengan sabores suaves, es decir, una papilla sólo de zapallo o sólo de papa amarilla, hasta que vaya acostumbrándose a los sabores de a poco y luego ya irlos combinando, además que no todos los niños toleran el hígado, a mi hija hasta ahora no le gusta ups!
4. Darle juguetes peligrosos, en este aspecto me consideraba bastante cuidadosa con los juguetes, evitaba aquellos que no tuvieran garantía, por lo del plomo y pues, todo se lo meten a la boca, me aseguraba que los peluches no tengan partes pequeñas que se puedan despegar, nada de botones ni ojos pegados pues pueden asfixiarse, además del tema de las baterías chiquitas, evitaba este tipo de juguetes. Pero no tuve en cuenta que cuando son bebés y empiezan a manipular cosas con sus manitos, las mueven sin control y ella tenía una sonaja de plástico duro y en una de esas Zas! se golpea con éste en la cabecita, delante de mis ojos, me quería morir, por un momento se quedó en silencio y luego empezó a llorar, no se le hizo chinchón pero le dolió.
Moraleja: Cuando son bebitos evitar juguetes con los que se puedan golpear, es aconsejable que sean de materiales suaves y blandos.
5. No me fijé bien en la temperatura de su comida, esto me pasó cuando empecé a calentarle la comida en el microondas, debido a que ella demoraba tanto en comer, pues recién estaba aprendiendo, y la comida se enfriaba. Fue así que un día se la pongo a entibiar, y a mi parecer, no lo puse mucho tiempo, pero sucede que en el microondas no se calienta de forma uniforme y para colmo yo no la probé antes de dársela, cuando lo hice no la toleró ni un segundo y la expulsó de su boca, porque estaba caliente, no fue nada grave, gracias a Dios, mi hija tomó agua y siguió comiendo tranquila, luego de enfriarle un poco la comida.
Moraleja: Es preferible no usar el microondas para la comida de los niños, pero si por algún motivo no tienes otra opción acuérdate que no se calienta de forma homogénea, revuelve la comida y pruébala antes de dársela a tu bebé. Lo mismo con la leche, agiten el biberón antes de dárselo y prueben la temperatura.
Estas son mis metidas de pata, errores o mejor dicho horrores que cometí, que en su momento me hicieron sentir culpable y mala madre hasta las lágrimas y que no olvido, pero que a la vez me enseñaron y es que “Los malos momentos no hacen malas mamás”. Mi pobre hijita ha tenido que sufrir mi inexperiencia al ser mi primer bebé, mi mamá siempre me lo decía “con tu primer hijo metes la pata y aprendes”, y yo soy la mayor de sus hijos, así que me imagino que lo decía por su propia experiencia conmigo jaja. Como mamás y como primerizas vamos a cometer algunos errores, a veces inevitables, pero así es esta vida caóticamente hermosa, un aprendizaje constante. Y tú, alguna vez has tenido una metida de pata con tu bebé?
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