Yo comía mi comida caliente.
Mi ropa lucía planchada y limpia todo el día.
Podía sostener largas y tranquilas conversaciones telefónicas.
ANTES DE SER MAMÁ...
Me dormía tarde, tan tarde como quería y jamás me preocupaban las desveladas.
Cepillaba y cuidaba mi pelo, lucía uñas largas y hermosas.
Mi casa estaba limpia y en orden, no tenía que brincar juguetes olvidados por todos lados.