martes, 2 de septiembre de 2014

VAMOS A HACER LA TAREA - II



Motivar a nuestros hijos a que hagan tareas no es tarea fácil, cuando son pequeñitos todo es un juego para ellos y no hay mucha presión, pero cuando empiezan el colegio la situación no es la misma, hay más exigencia y dificultades dependiendo de la personalidad del niño, de sus actitudes e inclinaciones. Como les compartí en un post anterior, a mi hija de 4 añitos le entusiasma mucho hacer tareas de su nido lo cual es genial pero me interesa ayudarla a mantener ese entusiasmo conforme vaya creciendo, guiarla sin agobiarla.


Hacer las tareas es una disciplina , un hábito que se les debe ir inculcando desde pequeños es por eso que he buscado algo de información al respecto y me he armado de esta pequeña lista de recomendaciones para ir fomentando el hábito del estudio de forma positiva:

  • No se trata de decirles que lo hagan o de imponer sino de acompañarlos en el proceso y establecer reglas razonables (horario, tiempo, descanso).
  • Me encanta la idea de armar un horario que se pegue a la vista y decorarlo junt@s, pintarlo, ponerle stickers, algo creativo que le guste al niño.
  • Además de establecer horarios, también se debe establecer un lugar apropiado para realizar tareas sin distracciones como tv o juegos de video
  • Cuando lleguen del colegio dejarles que almuercen, descansen un poco, y luego de esto empezar con la tarea pues siempre llegan con hambre y cansados, hay que dejar que se repongan.
  • Ayudarles en la tarea está bien pero no hacerles las tareas, debemos estar al pendiente de lo que necesitan y de lo que no entienden para dirigirles.
  • La motivación es importante así como el reconocimiento a su real esfuerzo, más allá del resultado es importante dejarles saber que estamos orgullosos de ellos y además ¿porque no? premiar sus logros, se lo merecen.
  • No enojarnos o reprenderlos si se equivocan, errar es parte de aprender, es mejor enseñarles a rectificar y volver a hacerlo.
  • Permitirle realizar otras actividades recreativas y de descanso, no sobrecargarlos con actividades extracurriculares.
  • Debemos tener cuidado de no sobreexigirles, cada niño aprende a su ritmo y sería injusto demandarles ser siempre los primeros, los más destacados, esto en lugar de crear un hábito podría crear en ellos una aversión al estudio.


Adicionalmente, debemos estar atentos de si el niño tiene dificultades de aprendizaje, no logra concentrarse o no mejora a pesar del esfuerzo para así indagar si hay algún problema de fondo que haya que tratar, puede ocurrir que no descansa lo suficiente, que tiene problemas de visión, de déficit de atención, roces en el colegio, bullyng, problemas familiares, etc. Todas esta son cosas que afectan al niño y que deben ser abordados por los padres y buscar ayuda profesional si es necesario.

Los hábitos de estudio no sólo ayudarán a nuestros hijos en lo académico sino que además formaran su carácter desarrollando su voluntad, perseverancia, responsabilidad, aprenden a ser organizados y que todo tiene su momento y su lugar; y por otro lado experimentarán esa satisfacción de hacer bien las cosas así como también la frustración al equivocarse y errar, y es allí donde nosotros debemos estar para celebrar junto con ellos sus logros o ayudarles a intentarlo de nuevo y no rendirse. ¿Hay mucho por hacer no? nadie dijo que sería fácil pero tampoco imposible. Es que al final de cuentas no son sólo nuestros hijos que están aprendiendo y formando su carácter sino que nosotros también, lo gratificante de todo esto es que el esfuerzo dará su fruto.



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