miércoles, 29 de octubre de 2014

¿QUÉ HAGO PARA QUE A MI HIJ@ LE GUSTE LA LECTURA?


Cuando Ana Paula estaba bebita y hasta los dos años y medio, más o menos, uno se sus pasatiempos favoritos era mirar libros, revistas o cuentos, así chiquita se entretenía por largo tiempo mirando las figuras, pasando las hojas con sus manitos todavía torpes, si yo quería que comiera ponerle un cuento era una de mis estrategias y se quedaba concentradísima y de pasadita comía todo, sin embargo, aunque le encantaba mirar los libros no le gustaba mucho escuchar la historia, o sólo un poco y ya, ahora ya ni siquiera le llama mucho la atención mirar las figuritas, a perdido el interés y si en alguna ocasión he querido leerle no me presta más de 5 minutos de atención y se va a jugar a otra cosa. Pero ¿cómo a una hija mía no le van a gustar los libros?, si yo de niña era una ávida lectora, no había cumpleaños que no recibiera algún libro de cuentos y es que ya me conocían, mi abuelo, mi madre ratones de biblioteca y mi hermana docente de lengua y literatura. Aunque mi hijita todavía no sabe leer, el amor por los libros es algo que me interesa que ella adquiera, que deje volar su imaginación al escuchar un relato, pero ¿cómo lograrlo?.

Este tema ha estado dando vueltas en mi cabeza estas ultimas semanas, viendo en la web ideas de lindos rincones de lectura, las experiencias de otras mamis leyéndoles cuentos a sus hijos me sacaban un suspiro. Pero como caída del cielo una amiga me envío unos consejos buenísimos para incentivar la lectura en los niños y sin siquiera saberlo dio en el clavo. Pero antes de compartirles estos tips quisiera que indaguemos un poco en las razones de porqué los niños, adolescentes e incluso adultos estamos perdiendo el hábito de la lectura, pues bien sabemos que la lectura es cultura y además un disparador de la imaginación, como alguien dijo por allí: Es el vehículo ideal del pensamiento. Aquí 6 razones que influyen en el poco interés de nuestros hijos por los libros:

  1. Algunos nacen con una vocación por la lectura, llegan a ella por voluntad propia, en otros casos hay que buscar métodos para incentivarla.
  2. Los niños imitan, si en casa no se lee, ellos tampoco leerán.
  3. El libro tiene una fuerte competencia, la televisión, el celular, el Internet.
  4. Nos hemos vuelto una cultura de lo visual, si no tiene imágenes, no lo leo.
  5. No se debe obligar a leer, sino inspirar el amor por los libros.
  6. Esperamos que la escuela promueva la lectura en nuestros hijos pero en general no lo hacen.

Después de ver si lo descrito arriba está ocurriendo en casa, cambiemos el enfoque y ocupémonos en métodos que nos ayuden a fomentar la lectura en nuestros hijos y en nosotros mismos, porqué no?



Antes de la lectura:

  • Haz de la lectura un hábito; léeles a tus hijos, trata de leerle a tu niño por lo menos unos 15 minutos diariamente. La hora de ir a la cama es un momento especialmente apropiado para leer juntos.
  • Rodéale de libros; trata de tener varios libros a la mano para tu hijo, algunos son caros pero también podemos conseguirlos de segunda mano o pedirlos prestados, la biblioteca es otra buena opción y no cuesta.
  • Permite que tu hijo escoja; permitirle a un niño leer lo que le interesa es una forma de hacer la lectura divertida. Visiten la sección infantil de las librerías, por lo general tiene un área donde pueden leer los libros sin ser molestados.
  • Trata distintos tipos de libros, cuentos y revistas; con temas de su interés e historias que les cautiven, algunos les gustan mucho las sagas a otros las historietas o cómics, son formas de iniciarlos en la lectura (sólo asegurarnos que sean de buen contenido). Las historias bíblicas son más que recomendables y les estaremos dando un tesoro espiritual para toda su vida.
  • Menciona cuánto disfrutas el leer juntos; dile cuánto disfrutas leyendo con él o ella. Hablen de la "hora de leer cuentos" como la hora preferida del día. Muéstrate ansiosa porque llegue la “hora de los cuentos”.
  • Convierte la lectura en algo especial; obséquiale libros y cuentos grabados, usa los libros para premiarle por sus logros, hazle un sello que diga: “este libro le pertenece a________”, ponle dedicatorias lindas o chistosas a cada libro que le regales. Regálale su propio separador de libros o háganlo juntos!.

Durante la lectura:

  • Sostén a tu hijo cuando lean; siéntalo en tu regazo o siéntense muy juntitos y lean. Permítele agarrar el libro y que pase las páginas.
  • Léele en voz alta aún cuando ya sepa leer, el placer de escuchar una historia, en lugar de tener que esforzarse para poder leerla, puede conseguir que en un futuro próximo y a medida que vaya cogiendo destreza en la lectura, se aficione a leer por sí solo.
  • Sepa cuándo detenerse; si el niño pierde interés o tiene dificultad para prestar atención, deja el libro a un lado por un rato. Unos cuantos minutos de lectura son suficientes. Si no lo está disfrutando, no continúes leyendo. Con la práctica, tu hijo podrá sentarse y escuchar por más tiempo.
  • Muéstrale a tu hijo las palabras, al leer, recorre con tu dedo debajo de las palabras. Ver las palabras cuando tú lees mejorara su ortografía
  • Léele con efectos divertidos en tu voz, usa tu rostro, tu cuerpo y tu voz para hacer divertida la lectura. Use distintas voces para los distintos personajes. Si dice que un personaje gruñó enséñale qué es un gruñido: gruñendo!!
  • Túrnense para leer; cuando tu hijo sepa leer, pídele que te lea en voz alta todos los días. Ustedes pueden turnarse: usted lee una página o un párrafo y el niño la siguiente. Felicítalo por lo bien que está leyendo y lo mucho que ha mejorado desde la última vez.
  • Detente en las palabras “difíciles”; cuando veas una palabra que probablemente no entienda, pregúntale si sabe que significa, si no sabe explícale. Si tu hijo ya sabe usar un diccionario, busquen la palabra juntos en el diccionario. Si tú no sabes una palabra búscala en el diccionario, que él vea que lo usas lo invitara a usarlo y le servirá para darse cuenta de que está bien no saber todas las palabras y ver que incluso papá y mamá usan el diccionario lo hará sentirse “menos tonto”.
  • Muéstrale las partes del libro; miren la cubierta. Comenten de qué se puede tratar el libro. Miren los números de las páginas. Menciona quién lo escribió y quien lo ilustró.
  • Hablen sobre las ilustraciones; muéstrale las páginas y hablen sobre las ilustraciones del libro. Pídele que mire las ilustraciones para que busque indicios de lo que se trata el cuento.
  • Hazle preguntas a tu hijo; hazle comentarios sobre lo que ocurre en la historia. Pregúntele algo como: "¿Qué crees que ocurrirá después?" o "¿Qué es esto?"
  • Permite que te haga preguntas; si tu hijo te hace una pregunta, detente y respóndele, incluso si eso implica interrumpir el cuento. Si te detienes antes de recomenzar pregúntale en que se habían quedado o si recuerda que había pasado hasta ese momento.
  • Haz conexiones con la vida de su hijo; ayúdale a conectar lo que lee en los libros con lo que ocurre en la vida. Si leen un libro sobre la familia, menciona en qué se parece o se diferencia lo que ocurre en el cuento a lo que ocurre en tu familia.

Después de la lectura:

  • Anima a tu hijo a leer otro libro; encuentra la manera de animar a tu hijo a leer. Si le gusta un libro, busca otro con un tema similar o del mismo autor. Pídele a una bibliotecaria o a una maestra que te sugieran libros, consulta algunos blogs. 
  • Lean lo mismo una y otra vez; a los niños les encanta escuchar sus cuentos preferidos una y otra vez. No lo dudes y léele a tu hijo el mismo libro, ¡por enésima vez! Esto le agradara.
  • Haz que tu hijo te cuente el cuento o se lo cuente a otras personas; aprovecha a tus familiares “comprensivos” y cuéntales delante de tu hijo que leyeron un libro interesante y estimúlalo a contarle la historia, o finge que no recuerdas de que trataba para que el te corrija.
  • Lleva la lectura más allá de la “hora de leer”; dibujen la lectura, jueguen a que son personajes del cuento, relacionen a personas de su entorno con un personaje del cuento a modo de chiste entre los dos, hagan un pequeño teatro, jueguen a adivina quién soy, mientras uno imita a un personaje del cuento, etc.
  • Usa cuentos grabados o audio libros; tu hijo podrá escuchar un cuento leído y al mismo tiempo leerlo en el libro aun cuando tú no estás disponible.

Si has leído todo eres una excelente mamá, pero esto es sólo una guía, ahora toca la parte más importante que es ponerlo en práctica, así que manos a la obra y luego me cuentas.
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